Una de las razones por las que decidimos mudarnos a nuestra casita en la costa atlantica argentina, fue „el tiempo“.
"El deseo de tener tiempo."
Tiempo de leer, caminar por la playa, contemplar, estar, sentir, no „hacer“ nada.
La contemplación es fundamental para el arte, para la creación. Para conectarnos con lo más profundo de nosotros.
Es volver a la niñez, conectarnos con lo que somos, lo que fuimos y lo que podemos ser.
Tambien en nuestro tango necesitamos poder parar, estar, disfrutar de la pausa, estar en el aquí y ahora, sentir los detalles que hacen la diferencia. Cuanto más estoy en el momento, más rico se vuelve todo. Un mar de sensaciones se abre: cómo mi pie toca el piso, como la música nos envuelve, el perfume del otro, … Estar en el momento me hace más viva.
Por qué es tan difícil „parar“ hoy en día?
En esta situación de cuarentena, donde estamos obligados a parar: con que parte tuya te conectas? Contanos un poquito!!
Comentarios